Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La dieta humana (página 2)




Enviado por Felix Larocca



Partes: 1, 2

Los Grandes
Simios

Hay muy pocos frugívoros entre los mamíferos en general, y entre los primates
en particular. Los únicos monos que son predominantemente
frugívoros (gibones y siamanes) son atípicos entre
los monos en muchos aspectos ecológicos y de comportamiento, y comen cantidades sustanciales de
vegetación. Los orangutanes son semejantes,
sin ninguna observación en estado salvaje
de consumo de
carne.

Los gorilas son más típicamente
vegetarianos, con menos énfasis en las frutas. Hace varios
años se inició un estudio muy elegante sobre la
relación entre el tamaño corporal y la dieta en los
primates (y algún otro grupo de
mamíferos). Los únicos primates en la lista con
dietas puras fueron las especies de tamaño pequeño
(que son enteramente insectívoros) y los más
grandes (que se especializan en una dieta vegetariana). No
obstante, el espectro de preferencias dietéticas reflejan
las necesidades diarias de alimentación de cada
tamaño corporal y la disponibilidad relativa de recursos
alimentarios en la selva tropical. Nuestros parientes más
cercanos entre los monos – en sentido anatómico, de
comportamiento, genético y evolucionario – son los
chimpancés, que frecuentemente matan y comen otros
mamíferos (incluso otros simios).

Nuestra historia de estrategia del
comer

Historia Arqueológica

Hasta los tiempos documentados más remotos, la
historia arqueológica indica claramente una dieta
omnívora para los humanos que incluía la carne.
Nuestros ascendentes fueron cazadores y recolectores desde el
principio.

Tipos de Células

El número relativo y la distribución de los tipos de
células, así como las especializaciones
estructurales, son más importantes que la longitud total
del intestino a la hora de establecer la dieta típica para
un grupo animal determinado. Los perros son
carnívoros típicos, pero sus características
intestinales tienen más en común con los
omnívoros. Los lobos comen mucha materia
vegetal, como lo hacen algunos gatos.

Los Depósitos de Fermentación

Casi todos los herbívoros tienen depósitos
de fermentación (espacios engrandecidos donde reside la
comida mientras los microbios la descomponen en el proceso de
digestión). Los rumiantes como las vacas y los ciervos
tienen sacos anteriores derivados de un esófago y
estómago adaptados. Los caballos, los rinocerontes, y los
monos de tipo "Colobino" tienen sacos posteriores. Los humanos
carecen de tales especializaciones.

Las Mandíbulas

Aunque la evidencia sobre la estructura y
función
de las manos y mandíbulas humanas, su comportamiento e
historia evolucionaria también o apoyan una dieta
omnívora o no apoyan una dieta vegetariana estricta, la
mejor evidencia proviene de los dientes.

Los colmillos pequeños de los humanos son una
consecuencia funcional del cráneo más grande y la
reducción asociada del tamaño de la
mandíbula. En los primates, los colmillos funcionan como
armas de
defensa y como instrumento visual de amenaza. Curiosamente, los
primates con los colmillos más grandes (gorilas y babuinos
gelada) tienen dietas básicamente vegetarianas. En los
restos arqueológicos, los molares humanos a menudo se
confunden con los premolares y molares de los cerdos, un
omnívoro clásico. Por otra parte, algunos
herbívoros poseen incisivos bien desarrollados que a veces
se confunden con los de la dentadura humana cuando se encuentran
en las excavaciones arqueológicas.

Las Glándulas Salivares

Éstas indican que podríamos ser
omnívoros. Los datos de la
saliva y de la orina varían, dependiendo de la dieta, no
del grupo taxonómico.

Los Intestinos

La absorción intestinal es una cuestión de
área de superficie, no lineal. Los perros (que son
carnívoros) tienen especializaciones intestinales
más características de omnívoros que de
carnívoros como los gatos. El número relativo de
criptas y tipos de células es una mejor indicación
sobre la dieta que la mera longitud. Nosotros los humanos
ocupamos un lugar intermedio entre los dos grupos.

Conclusión

Los humanos somos ejemplos clásicos de
omnívoros en todos los aspectos anatómicos
relevantes. No hay ninguna base anatómica ni
fisiológica para la suposición de que los humanos
estamos preadaptados a la dieta vegetariana. Por esta
razón, los mejores argumentos en pro de una dieta exenta
de carne se limitan a las cuestiones ecológicas,
éticas o de salud.

Deducciones

Un ser humano sometido a una dieta vegetariana o de
frutas estrictamente, puede, de acuerdo a experimentos
meticulosamente conducidos, sostener la vida precariamente por
unos tres meses, si el agua es
suficiente. Lo es así, porque muchos aminoácidos y
proteínas se encuentran ausente, incluyendo
vitaminas del
complejo B que solamente provienen de la carne. Aparentemente,
los incas
aproximaron el balance nutritivo de una dieta satisfactoria
sobreviviendo principalmente del maíz, la
calabaza y los frijoles. Otras culturas, entre ellos los
aborígenes de Norteamérica y los aztecas
suplementaban sus vegetales con elementos adicionales pare
enriquecerlos.

Las
frutas

La importancia de la fruta en la alimentación
humana ha sido valorada desde la antigüedad, hasta el punto
que los antiguos la denominaban como " la comida de los dioses" y
le otorgaban propiedades mágicas o divinas. Existen muchas
referencias de como los templos estaban llenos de fruta dedicada
a sus dioses, de como la fruta aparecía en las ceremonias
rituales formando parte de la decoración de los templos,
de los objetos de culto o de los vestidos.

Las frutas constituyen uno de los alimentos
más importantes dentro de los alimentos naturales
vegetales. Las frutas junto con las hortalizas proporcionan
muchas vitaminas y minerales, por lo
tanto son alimentos que deben estar presentes en todas nuestras
comidas. Podemos estar seguros que,
comiendo frutas y verduras, nunca tendremos carencia de vitaminas
o minerales, si incorporamos a ésta las proteínas
animales. Las
vitaminas hidrosolubles (B y C) no se almacenan en el organismo,
por lo tanto tenemos que comer alimentos que las contengan
habitualmente. La vitamina C, por ejemplo, además de ser
un potente antioxidante, contribuye a una buena salud de los
huesos, ayuda
a sanar las heridas además de reforzar la acción
de la vitamina E, otro potente antioxidante. Comiendo
cítricos regularmente (naranjas, pomelos, limones), bayas
o pimientos, entre otros, es una buena manera de adquirir esta
vitamina.

La adquisición de minerales es imprescindible
para una buena salud. El hierro, por
ejemplo, es necesario para el desarrollo de
la hemoglobina que es la sustancia que, además de dar
color a las
células rojas de la sangre,
está encargada de llevar oxígeno
a las células. La deficiencia de hemoglobina es uno de los
factores que produce una enfermedad llamada anemia. Aunque
existen alimentos animales, como la carne y el pescado que
proporcionan hierro, también lo podemos obtener, de modo
insuficiente, a partir de los vegetales. Las lentejas y las hojas
de color verde oscuro, por ejemplo, son una buena fuente de este
mineral.

Las frutas proporcionan fibra, aquella parte de los
vegetales que nuestro aparato digestivo
no puede digerir, pero que resulta tan importante para la
expulsión de la materia fecal. Pero la ingestión de
abundante fibra no solamente supone solo una manera útil
de prevenir el estreñimiento. Estudios recientes ha
demostrado que una dieta rica en fibra reduce el colesterol,
ayuda a los diabéticos a controlar el azúcar
de la sangre y previene la aparición del cáncer de
colon. Son frutos ricos en fibra: las peras, las fresas, las
manzanas, los cítricos, las bayas, las uvas – sobre todo
en forma de pasas.

Además de proporcionar vitaminas y minerales al
organismo, las frutas ayudan a conseguir el equilibrio
ácido-base del cuerpo, neutralizando el exceso de acidez.
Por su contenido en sales de potasio y magnesio favorecen la
eliminación de líquidos y el exceso de residuos
nitrogenados y cloruros por lo que purifican el
organismo.

Por su contenido en agua – entre
el 80 y el 90 % de su peso – constituyen una manera ideal de
hidratar nuestro cuerpo al mismo tiempo que le
aportan la energía suficiente en forma de hidratos de
carbono
complejos muy ventajosos para nuestro organismo.

A las vitaminas, minerales fibras e hidratos de carbono,
hay que añadir otros componentes, llamados
fotoquímicos, que convierten a las frutas en fuente de
salud. La manzana, por ejemplo contiene pectina, cuyo valor para
tratar la diarrea y
otras enfermedades
gastrointestinales se ha conocido desde la antigüedad. Las
uvas contienen resveratrol, un colorante, que mejora la
circulación y previene los ataques de corazón.
Las piñas contienen bromelina, una enzima que favorece la
digestión. Las cerezas son especialmente adecuadas para
prevenir la arteriosclerosis y las enfermedades
reumáticas; incluso se cree que el rabito de la cereza se
puede aprovecharse para realizar infusiones para perder peso. Las
sandías constituyen uno de las mejores medicinas para
limpiar los riñones. Las propiedades de estos alimentos
son innumerables y nombrarlas todas en este artículo
sería prácticamente imposible.

Los principales componentes que contienen las frutas son
los siguientes:

  • Minerales
  • Vitaminas
  • Flavonoides
  • Fibra
  • Saponinas
  • Fenoles
  • Carotenoides
  • Isocianatos

Todos estos componentes, no solamente ayudan a que el
cuerpo este nutrido, sino que previenen la aparición de
muchas enfermedades, tal como se ha venido demostrando en los
estudios realizados en los últimos años. Entre las
principales enfermedades que una dieta rica en frutas y verduras
puede prevenir podemos mencionar las siguientes:

Obesidad: Las
frutas, en general, poseen muy pocas calorías y mucha fibra. Esto permite que el
cuerpo se sacie con más facilidad sin que tenga que
ingerir otros alimentos más calóricos. La
ingestión habitual de fruta es una buena manera de
prevenir la obesidad.

– Estreñimiento: La fruta, por su riqueza en
fibras, facilita la expulsión de heces del intestino y
previene el estreñimiento u otras enfermedades
intestinales como la diverticulosis, esta última
más habitual en la gente mayor.

– Ataques de corazón: Las frutas y las verduras
previenen la formación de coágulos en las arterias
y fluidifican la sangre. Se ha comprobado como la
ingestión habitual de estos alimentos reduce de un 20 a un
40 % las posibilidades de sufrir un problema vascular.

Hipertensión: El consumo habitual de fruta
y verdura, combinado con una dieta baja en grasas,
disminuye la presión
arterial.

– Cáncer : Estudios recientes han demostrado que
la fruta es rica en componentes antioxidantes
capaces de eliminar los radicales libres, unas partículas
que son las responsables de la aparición de muchas
enfermedades degenerativas, entre las que se encuentra el cáncer.
Particularmente se ha comprobado como la ingestión
habitual de frutas y verduras previene la aparición de
muchos cánceres de pulmón y del aparato
digestivo
(estómago, esófago, colon, recto o boca,
principalmente).

Recordemos que el hipotálamo, al final, controla
el destino metabólico de lo que consumimos y que, por esa
misma razón, si la ansiedad nos lleva a un apetito
desbocado en el consumo de frutas y vegetales, terminaremos
acumulando libras de grasa, resultado de mecanismos
compensatorios y adaptantes que no se relacionan del todo al
contenido calórico de estos alimentos.

Bibliografía

Se suministra por solicitud.

 

Dr. Félix E. F. Larocca

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter